Nuria y José, un matrimonio de ancianos, compraron un juego de mesa polvoriento en un mercado de antigüedades.
Al abrirlo, una aureola mágica los rodeó, cada tirada los transportaba a momentos que habían olvidado. Como una adicción, durante días jugaron, rieron, lloraron y reencontraron sus vidas juntos.
Un atardecer, Nuria, gritó con el corazón oprimido, descubrió que José moriría a la mañana siguiente. Lloró, pero él la calmó y la besó.
-«El juego me brinda un adiós, sigamos amor.»
Abrazados toda la noche hasta el amanecer, tejieron un recuerdo imperecedero, renaciendo como dos adolescentes enamorados.
Quedó muy chulo.Los cambios han sido para bien
Quedó muy chulo.
Muy bonito