: Viaje Astral (parte 2) relato corto
Me debato entre la fascinación y la inquietud, la sensación de flotar en la habitación entre sueños y realidad persiste y sigo sin comprender del todo cómo salir de esta encrucijada.
Mis intentos por volver a mi cuerpo son en vano, y la desesperación comienza a apoderarse de mi. Si mi madre me viera…<ahora mismo te estás bajando de ahí…> diría ella. <Soy como el éter del aire, madre.> < Una de idiota flotante…> su respuesta.
Veo detalles en la habitación que antes me pasaban desapercibidos. La suave luz, los rincones, sombras danzarinas en las paredes. Sin embargo, mi atención se centra en mi propio cuerpo, inmóvil en la cama, como una marioneta abandona y sin hilos.
Me encuentro atrapado, intento recordar las páginas del libro, con la esperanza de encontrar alguna pista. ¿Habrá más idiotas como yo en este limbo astral? Intento tocar el libro sobre la mesita, pruebo a despertar mi cuerpo con gritos, abofetearme, pero soy como la sombra de un árbol intentando parar la lluvia.
A lo lejos escucho un susurro, ese sonido me es familiar, miro a mi cuerpo, tengo un extraño presentimiento si lo abandono, dudo, pero mi impulso me lleva a salir por la ventana y perseguir su procedencia. Sé que estoy sobre las calles, pero todo está borroso, difuminado, el sonido es cada vez más intenso, <me estoy acercando>. El ruido proviene de esa callejuela, el suelo está mojado, camino a oscuras pero el pitido es más y más enérgico, continuo, en el suelo hay una cajita roja vibrando, me arrodillo, el silbido proviene de su interior. Puedo tocarla pero está cerrada, no veo por donde abrirla, lo intento, de la desesperación la lanzo contra la pared y el ruido desaparece, se hace el silencio. Inmediatamente, los muros del callejón empiezan a resquebrajarse, intento salir, pero no puedo flotar, miro hacia arriba y veo balcones, ventanas y toda clase de muebles que se precipitan hacia mi, intento huir, pero el suelo se agrieta, tropiezo y caigo sobre un gran agujero que me va tragando poco a poco como si fuera arenas movedizas. Respiro agitadamente, tengo el corazón saliéndose por la boca…De repente, un zumbido vivo vuelve a mis oídos, abro los ojos, es el sonido de mi despertador, sobresaltado, extiendo la mano y lo golpeo con rabia, estampándolo contra el suelo. Estoy de nuevo en mi habitación, no puedo creérmelo, sobre mi cama, la luz de la mañana se filtra por la cortina, respiro hondo, la angustia del viaje se disuelve poco a poco, me incorporo sintiendo cómo la realidad vuevle a tomar forma. Me he salvado y estoy vivo, volver a ser libre es volver a la carne, pero soy yo, otra vez de vuelta en mi cuerpo.
Tengo dudas, no sé si he conseguido por fin realizar un viaje astral, o si todo simplemente ha sido un sueño. <Bueno, no tengo nada mejor que hacer, mañana volvemos a intentarlo>
Me gusta, me he sentido angustiada. Y soñando también.