Menú

Contemplo mi reloj*

Contemplo mi reloj

colgado del muro

como un ahorcado arrepentido

reptando por un cielo arañado,

cansado de existir.

Y creo que piensa

que yo soy su verdugo

por la forma en que me mira

en cada penitencia,

me señala con los dedos,

y desde su cárcel me interpela:

¿Por qué me maldices

y me haces tu enemigo?

¿Acaso no somos iguales,

dos condeandos a morir?

Es fácil culpar al tiempo.

Pero, ¿lo detendría,

si su muerte no fuera tambíen la mía?

Quizás, haya algo de piadosa justicia

hasta decer al último latido.

en nuestra eterna condena.

Quizás, vivir consiste

en algo tan simple

como no parar y seguir girando sin tregua.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio