Hoy desperté,
otra vez,
ligero, sin mí.
Me busqué en el espejo,
pero ahí no estaba.
Ni en la taza del café,
ni en la cama desarbolada.
Hoy mi Yo
parece estar un poco descosido,
porque siento el aire frío
de todos los Nadie del planeta
visitarme un poco más adentro.
Nadie siempre fue buen amigo,
nadie me busca,
nadie me espera,
nadie toca mi hombro.
Me siento libre
caminando con nadie por las calles,
por eso, siempre que vamos al parque,
me pongo los zapatos nuevos,
esos que, con el tiempo,
los siento un poco más huecos.
Cuando llega la noche,
me voy a dormir,
nadie me abraza por dentro,
nadie me echa de menos.
Apago la luz,
nadie se queda
ni hace ruido,
y todos se van a dormir sin mí.
Otra mañana llegará
y ningún nadie me despertará.
Se esconden celosos y en silencio
observando cómo sueño
en un mundo sin ellos.
Me encanta. Sin dramas bonito y directo