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Hoy, sentado en un banco

Hoy, sentado en un banco,

pasos familiares

se acercaron.

He visto al viento traer

una sombra, me saludó,

y se sentó junto a mí.

Conversamos sobre los días de sol,

de las nuves grises,

del presente,

de los días que atrás dejamos.

El tiempo parecía detenido a mi lado,

o quizás, estaba olvidando.

El sol descendía,

y la sombra inició

las huellas para la despedida,

entre colores ocres y pardo.

Me quedé contemplando el horizonte,

tejiendo mis historias,

solo, en el banco,

cerré los ojos,

y dejé que la noche

acariciara de cerca mi rostro.

Hoy, mientras deambulaba,

vi a un hombre solitario

sentado en un banco,

suavemente me acerqué,

tomé asiento a su lado,

y compartió sus recuerdos,

a las personas que había amado.

Pacientemente esperé escuchando,

hasta la llegada del anochecer,

lo besé en la frente,

y le recordé, que la hora de partir

había llegado.

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3 comentarios en “Hoy, sentado en un banco”

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