La Autopsia Animal Post Mortem (necropsia)
La sala estaba sumida en silencio, solo roto por el suave zumbido de las luces fluorescentes blancas del techo y el esporádico crujir de los guantes de látex del forense. En la mesa de acero inoxidable estaba en espera el cadáver del animal, mientras ajustaba la grabadora que sacó del bolsillo de su bata verde.
–“Registro de necropsia número 00145, macho, adulto», aseveró el forense con voz firme y calmada.
-«Incisión torácica«, añadía dirigiéndose a su pequeño aparato, mientras que con el filo del bisturí iba descubriendo la trama intrincada de tejidos y músculos. Algunos hilos de sangre salían lentamente por la Y perfectamente trazada en el torso.
«Sección longitudinal del tracto digestivo«. Las tijeras quirúrgicas y pinzas le permitieron explorar los órganos internos, extrayendo muestras de tejidos con una cucharilla para análisis histopatológicos posteriores más detallados y así poder diagnosticar posteriormente la presencia de enfermedades.
«… apertura del tórax completa» … separaba las costillas e iba extrayendo y observando los órganos, a la vez que los depositaba en un pequeño contenedor que mantenía a su lado, junto a una mesita, con el resto de instrumental.
Era el turno de la sierra para huesos, que empezó a resonar y se podía percibir el peculiar olor a quemado, y así poder abordar la cavidad craneal, permitiendo al Dr. Evans examinar el cerebro con minuciosidad.
«Inspección cerebral completa«, registró en la grabadora mientras utilizaba agujas para extraer fluidos cerebrales.
– Estado: dentro de los estándares aceptables.
La soledad en cada procedimiento, en aquel frío laboratorio, era una rutina habitual convertida en un diálogo entre el forense y su única compañía, la máquina grabadora, que duró un par de horas más.
-«Evaluación general: Maduración no completada.«
Se apartó de la mesa quitándose sus guantes de látex, completamente manchados de sangre y fluidos, los depositó en el cubo, mientras se dirigía al teléfono de la sala, marcando rápidamente el número.
-«Oficina de Investigación Forense, buenos días«, respondió la voz al otro lado.
El forense habló pausadamente, con la calma que otorga años de práctica y experiencia analizando a la misma especie.
-«Señor Anderson, soy el doctor Evans. He completado la necropsia del espécimen proporcionado en cuestión. El proceso de producción y maduración de la especie del Planeta Granja Alfa-50X1 está dentro de los parámetros normales requeridos, en general, se podría decir, está siendo un éxito y, como indico en el informe que le remito, pronto todo estará listo para la siguiente fase.
-“¿Tiempo estimado para el inicio de la recolección?” (preguntó el señor Anderson)
-”En mi opinión, podremos iniciar el periodo de cosecha dentro de dos ciclos solares, y si me permite añadir, señor, será excelente.”
(Se hizo el silencio y esperó la respuesta del otro lado.)
–Muchas gracias, señor Evans, en breve su laboratorio recibirá el nuevo lote de especímenes humanos capturados procedentes del Planeta Tierra, para que prosiga con sus análisis, como así nos había solicitado. Que pase un buen día.
Horror😳😳😳
el humano bueno es el humano………jijiiji