Nada es una palabra
tan pequeña, tan hueca,
desmemoriada y con grietas,
donde todo se desangra en calma,
y las sombras no saben a donde ir.
Es un tranquilo vacío,
que me acorrala,
es el mundo que se desploma
cuando tu silencio se queda.
Nada es distancia
si no estás cerca,
es donde me extravío
y mi corazón se queda sin fuerzas.
Nada me queda
nada me basta,
nada es lo que digo
si tus ojos me llaman.
Nada se acaba
nada me pesa,
es mi piel sembrada de llamas,
cuando tus labios me besan.
Nada es el final de una palabra que se acaba
y el principio de un “nosotros” que comienza.