En las palabras y promesas que nunca dije,
en las letras de que tracé sometidas con tinta de resignación
moldeando despedidas que nunca escribí,
intentando en vano ocultar el dolor que llevo dentro,
nunca sabrás quién fui.
En cada paso titubeante
llevando la carga del vacío en el pecho
que nunca me atreví a dar,
en las contiendas contra mis temores que gané huyendo,
en cada recuerdo olvidado,
en cada latido inacabado,
luchando por ser escuchado en silencio,
nunca sabrás quién fui.
En la torpe risa que se ahoga en mi garganta,
tras el tumulto de una mueca grisácea,
el llanto que nunca derramé,
resguardando a salvo mis sentimientos
en las cicatrices que abrazan mi piel.
En los besos que mis labios nunca bebieron,
sediento bajo gotas de lluvia que se negaron a caer,
nunca sabrás quién fui.
Mi ser desparramándose en el aire,
ni siquiera recuerda su nombre,
escucha atentamente en el viento
cómo se ahoga mi voz,
encuentra mi grito desesperado en el afanado silencio,
y solo entonces sabrás que alguna vez existí.
Cualquiera no sirve para ser valiente,muchas veces nos escondemos de nosotros mismos por miedo a aceptarnos.